Reseña literaria: Humo y carmín

17.01.2024



Rose O´Neill
, joven y desconocida autora americana, firma el que con toda seguridad sea uno de los libros eróticos revelación del pasado 2023. Se trata de Humo y carmín, novela que combina lo erótico y lo romántico con el género negro, dando así lugar a una mezcla original y diferente, muy alejada de esas novelas romántico-eróticas que tanto abundan en los últimos tiempos, y que cuya trama, con frecuencia, cabe en media frase. Humo y carmín se aleja completamente de los tópicos del género erótico y busca no solo ofrecer una narrativa con elevada carga sexual y romántica, sino que también hila una historia digna del mejor género negro, en la que el cazador y la presa, él y ella, a menudo intercambian sus papeles mediante una serie de giros de trama que en ocasiones lleva al lector a preguntarse quién está persiguiendo a quién.

La calidad literaria de Humo y carmín no es uno de los elementos más notables de la novela, lamentablemente. Se nota que la autora es joven y carece de experiencia, pero no así de pasión, y, si bien el acabado podría haber sido más pulcro, la escritura sucia y casi violenta de la que hace gala Rose O´Neill, muy lejos de esos estilos empalagosos y sosos propios de los malos libros románticos, da un toque diferente y personal a la novela, e incluso contribuye a reforzar la sensación de angustia y ansiedad que en ocasiones la historia puede llegar a crear al lector.


Humo y carmín comienza con Lizz Jackson, una detective de mediana edad que trata de abrirse paso no sin dificultades ganándose la vida con una profesión de hombres en un mundo de hombres. Son los años treinta del siglo XX, una época en la que aquello del feminismo y la liberación de la mujer quedaba todavía muy lejos, y notables figuras como la de la protagonista son no solo una rareza social, sino que algunos incluso la consideran una aberración, un elemento discordante en una sociedad que ni busca ni tolera a esa clase de personas. Pese a todo y pese a todos, Lizz deja claro ya desde los primeros capítulos, en los que resuelve un caso que sirve más para presentar al personaje y su mundo que como parte de la trama principal, que no va de farol y que no agachará las orejas, le pese a quien le pese. Será entonces cuando entre en escena John Summers, un hombre joven que ha iniciado una prometedora carrera en el mundo del crimen, y que, gracias a su carisma y a una inteligencia que sabe ocultar muy bien, se convertirá para él en todo un abanico de posibilidades entre las que elegir.

Una de las cosas más llamativas de la historia es el hecho de que, para variar, nos ofrece a una mujer madura y a un hombre joven, cuando lo habitual en la mayoría de los casos es justo lo contrario. Tenemos además a una protagonista, Lizz, que destaca como figura feminista fuera del tiempo del feminismo, y a un hombre, John, que demuestra una total y absoluta carencia de vergüenza tanto en lo profesional como en lo personal. La autora, quien define de forma notable a los personajes, iniciará una metafórica danza de sombras entre ambos, un juego del gato y el ratón, en el que no quedará claro quién persigue a quién. Pero es que, además, sabrá jugar de forma magistral con las escenas íntimas y picantes entre ambos personajes, tanto que, en ocasiones, conseguirá con muy poco mucho más de lo que la mayoría consiguen con páginas y páginas de sexo gratuito.