Conceptos básicos del bdsm (3)
En plena primavera, con el calor empezando a asomar la nariz, os ofrecemos la tercera entrega de conceptos básicos del bdsm, con la clara intención de provocaros todavía más calores. ¡Vamos a ello!
Sane, safe and consensual. Estos tres términos en inglés, traducidos como sensato, seguro y consensuado, son la base fundamental sobre la que debe cimentarse cualquier clase de relación bdsm. SENSATO porque, como ya hemos podido ver en anteriores entregas, existen diversas prácticas bdsm que implican cierto riesgo, lo que hace que la sensatez sea fundamental para evitar que nadie salga lastimado. Del mismo modo, SEGURO cumple el mismo objetivo, y nos recuerda cosas tan elementales como que hemos de tener unas tijeras cerca si vamos a usar cuerdas, o que es necesaria una palabra de seguridad que permita finalizar la sesión en caso de que algo vaya mal. Por último, pero no menos importante, CONSENSUADO nos recuerda que, a diferencia de lo que parece creerse, una relación bdsm se basa en el consentimiento, y ningún Amo, por muy Amo que sea, puede forzar a nadie a cumplir sus órdenes. Todo esto lo analizaremos en profundidad en un futuro artículo.
Castigos
y premios. Cuando
una sumisa desobedece una orden de su Amo, este gana el derecho (que
no la obligación) de aplicarle un castigo, mientras que el premio se
le puede dar cuando ha mostrado una entrega y una obediencia
intachables. Si bien lo más tópico es que el castigo tenga forma de
azotes, lo cierto es que existe una variedad de castigos y de premios
tan amplia como lo es la variedad de Amos y sumisas, hasta el punto
de que lo que es un castigo para una sumisa puede ser un premio para
otras. Los azotes, precisamente, son recibidos con entusiasmo y muy
buena disposición por muchas sumisas con un lado masoquista, por lo
que, en esos casos, no sería un castigo eficaz. Es obligación del
Amo descubrir los mejores premios y castigos para su sumisa.
Contrato de sumisión. Algunos Amos y sumisas deciden redactar contratos bdsm que, si bien no tienen validez legal ninguna, cumplen una doble función: establecen por escrito los límites de la sumisa y, al mismo tiempo, dejan constancia de que todo lo que suceda entre ellos ha sido previamente consensuado por ambos.
Mazmorra. La famosa mazmorra del bdsm, que nada tiene que ver con las mazmorras de los juegos de rol tradicionales, suele ser una estancia (no necesariamente subterránea) acondicionada con diferentes elementos propios del bdsm, como una cruz, un potro, una jaula, un cepo o arneses que el Amo puede utilizar para atar a su sumisa y colgarla del techo. Están, además, bien surtidos de todo tipo de juguetes eróticos, desde consoladores hasta látigos y fustas, pasando por mordazas, pinzas y mucho más. Además es recomendable, por motivos obvios, que una mazmorra haya sido insonorizada. No queremos que los vecinos llamen a la policía alertados por los gritos de nuestra sumisa masoquista, ¿verdad?
Entrega. Si bien a estas alturas puede parecer muy obvio hablar de la entrega de la sumisa hacia su Amo, lo cierto es que esto tiene ciertas implicaciones que resulta fundamental conocer. Cuando hablamos de entrega nos referimos a la cesión de poder que hace la sumisa hacia el Amo, es decir, del hecho de que la sumisa deja en manos del Amo todo lo relacionado con la toma de decisiones (o al menos de aquellas decisiones consensuadas), cuyo abanico puede variar desde lo meramente sexual hasta elementos de la vida cotidiana de la sumisa, como su forma de vestir o la toma de ciertas decisiones.
Volveremos el próximo mes con más artículos. Hasta entonces, ¡aprovechad para dar rienda suelta a vuestras pasiones más calientes!