Cómo empezar en el bdsm (2)

16.01.2023

ALGUNOS ASPECTOS IMPORTANTES A TENER EN CUENTA

Es frecuente que los límites sean diferentes para cada uno de los miembros de la pareja, ¡y esto es fantástico! Siempre que exista un consentimiento previo y se haya consensuado qué prácticas realizar, no debe ser nunca un problema. Sin embargo, existen diferentes tipos de límites. Es frecuente que aquellos que establezca la parte sumisa sean diferenciados entre límites duros y límites blandos, o rojos y amarillos. Lo cierto es que la terminología puede cambiar de una pareja a otra, pero no el significado de esa diferenciación.

En primer lugar, cuando hablamos de límites duros o rojos, hacemos referencia a las prácticas que esa persona rechaza por completo, sea por el motivo que sea. ¡Esto significa que bajo ningún concepto esa persona está dispuesta a realizar dichas prácticas! Por lo tanto, dichos límites deben ser respetados de forma estricta.

Por otra parte tenemos los límites blandos o amarillos. Uno de estos límites es aquello que a la parte sumisa no le hace especial gracia, o que le causa cierto reparo hacer, pero que, en determinadas condiciones, podría aceptar realizar. ¿Pero cómo debe gestionar esto un Amosin cometer una imprudencia o forzar a la parte sumisa a cruzar uno de sus límites? La respuesta es más obvia y sencilla de lo que parece: mediante consenso y consentimiento. Durante las prácticas que se realicen, si se da una situación propicia para intentar romper uno de esos límites blandos o amarillos, el Amo puede intentarlo. Ello requiere siempre que plantee la opción a la parte sumisa, a diferencia de lo que sucede con las prácticas que no supongan límites, de las que puede disponer a voluntad. ¡Es necesario que esto quede muy claro! Por tanto, ese Amo tiene la opción de proponer a la parte sumisa la ruptura de uno de esos límites, y tan solo llevará a cabo dicha práctica si la parte sumisa da su consentimiento. ¡Así de sencillo! Por cierto, no es extraño que con el paso del tiempo, y a medida que se van probando nuevas experiencias, desaparezcan no pocos límites. ¡Pero siempre hay que hacer las cosas de la forma correcta!

DÓNDE PRACTICAR BDSM

La respuesta más sencilla sería decir que en la intimidad del hogar. Sin embargo, esto no siempre es posible. ¿Los motivos? ¡Muchos y muy variados! Puede que la pareja conviva y tenga hijos, lo que dificultaría la realización de juegos bdsm en casa. Puede que uno o ambos de ellos conviva con otras personas. Puede que deseen realizar, digamos, prácticas escandalosas, para lo que resulta comprensible querer evitar que los vecinos escuchen lo que hacemos. ¡O simplemente puede que queramos un lugar distinto e íntimo para ayudarnos así a meternos en el rol! Sea cual sea la situación, vamos a ver algunas opciones.

La más evidente es un hotel, claro. Por lo general suele ser suficiente, y hay algunos de ellos que cuentan con habitaciones insonorizadas y muy tranquilas, lo que facilita las cosas. ¡Pero no siempre es así! Afortunadamente existen locales y hoteles especializados, en los que es posible alquilar salas y/o habitaciones que contienen todo lo necesario para una sesión bdsm. El problema es que se trata de una opción con un coste elevado, pues esta clase de sitios no resultan precisamente baratos. ¿Qué hacer si necesitamos algo más económico? Bueno, aún quedan opciones de alojamiento de lo más interesantes, como alquilar un apartamento en un lugar apartado. ¡O incluso podemos alquilar una cabaña situada en medio de la montaña! Es poco probable que allí pueda escucharnos alguien, así que dispondremos de toda la intimidad que queramos...