Bondage para novatos (2)

14.04.2023

¡Ya está aquí la segunda entrega de nuestra serie de artículos sobre bondage para novatos! La semana pasada, en la primera entrega, os estuvimos hablando sobre algunos aspectos básicos y elementales que hay que tener en cuenta a la hora de practicar bondage, ¡así que hoy iremos un poquito más lejos!

Algo fundamental tanto a la hora de practicar bondage como cualquier otra práctica relacionada con el bdsm es tener bien claros los límites de cada uno, así como los intereses y las necesidades. Esto, que a primera vista puede parecer muy sencillo, os aseguro que no lo es en absoluto. Uno de los principales escollos a la hora de tratar esto es que, por presión social, el bdsm es algo que genera ciertos recelos e incluso que no está precisamente bien visto, por lo que puede resultar complicado hablar con nuestra pareja (o compañero de cama) de estos temas. Una forma de ayudarnos a sacar el tema del bondage si no sabemos muy bien cómo hacerlo es buscar una película picante en la que este tenga cierto peso. Para eso no es necesario recurrir a 50 sombras de Grey (aunque tampoco es una mala opción), pues podemos encontrar opciones mucho menos obvias, tales como Nymphomaniac (de Lars von Trier) o, aún más discreta, La secretaria (de Steven Shainberg). Una vez hemos sacado el tema y decidimos junto a nuestra pareja que queremos probar el bondage, es importante que pongamos en común, como decíamos, límites, necesidades e intereses.

Cuando hablamos de límites, necesidades e intereses es importante que seamos lo más sinceros posibles, y que aportemos toda la información necesaria a nuestra pareja. Llegados a este punto no sirve de nada andar con vergüenzas y miedos al "qué dirá", pues, como ya dijimos, el objetivo es disfrutar. También hemos de tener en cuenta que límites, necesidades e intereses pueden variar muchísimo de una persona a otra, e incluso que los límites de uno son las necesidades de otro. Por poner un ejemplo, mencionaré los azotes y las bofetadas. Hay gente para la que eso es un límite, pero también la hay que lo tiene como interés… ¡e incluso como una necesidad! Lo que nunca, bajo ningún concepto, hemos de hacer es juzgar a nuestro compañero de juegos por sus límites o necesidades, como tampoco nos gustaría a nosotros ser juzgados por ellos. ¡No estamos aquí para eso!

Supongamos que ya hemos acordado con nuestra pareja todos los límites, así como las necesidades e intereses de cada uno. ¡Es hora de conseguir material adecuando para nuestra iniciación al bondage! Cuerdas, esposas o pañuelos, lubricantes, preservativos, fustas u otros utensilios para azotar, agua (fundamental siempre, pues hay que recuperar liquidos) o incluso juguetes sexuales. ¡No tengáis miedo a la hora de poneros creativos, pues la creatividad solo puede ayudaros a mejorar la experiencia! Aseguraos también de disponer de alguna herramienta con la que cortar las ataduras en caso de emergencia, buscad una música adecuada para ambientar (os recuerdo que hace unas pocas semanas os ofrecimos un artículo doble sobre música y erotismo, ¡búscalo!) y, sobre todo, apagad los teléfonos para aseguraros de que nadie os va a molestar durante la sesión de bondage. Recordad, y no nos cansamos de repetirlo, que debéis aseguraros de que todo lo que hagáis sea seguro, consentido y esté consensuado por ambas partes. ¡Nada de eso es opcional!

La próxima semana nos vemos de nuevo, en esta ocasión para la tercera y última entrega de nuestra serie de artículos sobre bondage para novatos. ¡Así que no faltes, pues nos acercamos al final del camino!